lunes, 18 de agosto de 2008

CÓMO AFRONTAR EL FRACASO ESCOLAR



El número de niños y jóvenes con trastornos de aprendizaje se incrementa cada año. Prueba de ello es que el 30% de los alumnos fracasa en la enseñanza obligatoria. A continuación se ofrecen algunas de la claves para detectar y hacer frente al problema.

Cada vez es mayor el número de fracasos y de abandono de los estudiantes. Cada vez son más los niños y jóvenes que han de acudir a los psicopedagogo, psicólogos y psiquiatras por traumas relacionados con el
fracaso escolar; la mayoría de estos niños están deprimidos, y en los casos más graves tienen tendencias suicidas. El denominado “fracaso escolar” es un problema al que se puede poner freno si se toman las medidas adecuadas. Joan Romeu I Bes, especialista en Neurobiología y Psiquiatría de la Clínica Quirón, en Barcelona, cree que “el fracaso escolar del niño no existe. El niño no tiene fracaso escolar. El niño sufre a consecuencia del fracaso escolar, pero ni lo crea ni lo difunde ni lo provoca. El niño se limita a sufrir las consecuencias del fracaso escolar, que no es sino el fracaso de alguna acción educativa”, destaca.


Pasos para analizar el problema Partiendo de este principio, lo primero que hay que hacer es reconocer y aceptar que el niño tiene dificultades, estudiar el problema, localizar donde falla el proceso educativo y poner los medios necesaios para superarlo. Parece fácil, pero no lo es tanto. Hay cientos de niños a los que no se les diagnostica sus trastornos de aprendizaje y curso tras curso van acumulando un retraso cada vez es más difícil de superar. Detectar esta dificultad es tarea del centro escolar, los docentes y sus familia. Uno de los errores más comunes es minimizar el asunto o pensar que el niño no se esfuerza porque no quiere, lo que les hace sentirse más culpable y les somete a más presión. Los niños con dificultades lo pasan realmente mal, y si no reciben la ayuda adecuada están condenados al fracaso. El 72% de los desempleados menores de 25 años tienen relación estrecha con el abandono de los estudios y el fracaso escolar. El 46% de cada generación se presenta precozmente en el mercado laboral con titulaciones de nivel 1. Para que esto no suceda lo mejor es que docentes y familia trabajen juntos. Diferentes causas No todos los niños tienen los mismos niveles objetivos, por eso hay que saber adaptar la enseñanza a las posibilidades de cada uno. Para ello, es de gran importancia detectar y clasificar las dificultades concretas de aprendizaje que tiene un niño. El doctor Romeu establece como las más frecuentes las siguientes:



  • El niño que no se concentra.
    Se trata de un niño distraído y suele ser el más frecuente sufridor del
fracaso escolar. El trastorno que da lugar a este problema es el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

  • El niño que no tiene motivaciones.
    El niño no hace más porque no puede. Si está desmotivado es por causa de algo. El hecho de que se motive o no depende de las enseñanzas que se le inculquen. No están acostumbrados a recoger ninguna satisfacción por su trabajo.


  • Trastornos específicos del aprendizaje.
    El aprendizaje de la lectura es el proceso escolar más trascendente en el ciclo inicial. La dislexia es uno de los trastornos más detectados.


  • El niño deprimido.
    En general, siempre que se produce un cambio a peor hay que pensar en la depresión.
    El repetidor.
    Es necesario evaluar en cada caso la necesidad o no de repetir curso y en qué condiciones. Repetir curso no siempre es lo más adecuado.

  • Dificultades perceptivas periféricas.
    Son muchos los casos de niños que sufren problemas en el colegio porque no oyen o ven bien.

  • El niño inseguro. Estos niños no son capaces de tomar decisiones. Hay que ayudarles para que sepan cuáles son los objetivos que debe lograr pero sin ejercer el autoritarismo y sin hacer que se sientan culpables.

  • El niño manipulador.
    Siempre intenta salirse con la suya y es capaz de cualquier cosa para lograrlo. Una vez determinada la causa de la dificultad, el siguiente paso es evaluar el nivel escolar del niño y su nivel de inteligencia y realizarle una exploración física y de su personalidad.
  • domingo, 17 de agosto de 2008

    Aprendizajes para hijos




    Que aprendan que lo más valioso no es lo que tienen en sus vidas, sino a quien tienen en sus vidas.
    Que aprendan que no es bueno compararse con los demás porque siempre habrá alguien mejor o peor que ellos.
    Que aprendan que no pueden hacer que alguien los ame, lo que pueden hacer es dejarse amar.
    Que aprendan que "rico" no es el que más tiene, sino el que menos necesita.
    Que aprendan que deben controlar sus actitudes o sus actitudes los controlarán.
    Que aprendan que hay gente que los quiere mucho, pero que simplemente no saben cómo demostrarlo.
    Que aprendan que los grandes sueños no requieren de grandes alas sino de un tren de aterrizaje para lograrlos.
    Que aprendan que no siempre es suficiente ser perdonados por otros, algunas veces deben perdonarse a sí mismos.
    Que aprendan que la felicidad no es cuestión de suerte sino producto de decisiones.
    Que aprendan que dos personas pueden mirar una misma cosa y ver algo totalmente diferente.
    Que aprendan que, al retener a la fuerza a las personas que aman, las alejan más rápidamente de ellos y, al dejarlas ir, las tienen para siempre a su lado.
    Que aprendan que amar y querer no son sinónimos sino antónimos: el quererlo exige todo, el amar lo entrega todo.
    Que aprendan que toma años construir la confianza y sólo segundos destruirla.